Reflexiones en divergencia: educadoras-guías de museos en tiempos de pandemia

“¿Cómo pensar la educación en museos en tiempos de pandemia? ¿Cómo será el retorno de nuestras políticas educativas y museológicas? ¿Nuestras interacciones  y capacidades de acción se limitan al espacio físico museal? ¿Cómo sostener un rol activo dentro de la comunidad con la que trabajamos ante las nuevas circunstancias?”, sobre éstas y otras inquietudes reflexionan en esta nota Gabriela Pedernera, Gabriela Srur, Silvia Burgos y Gisela Vargas, equipo de educadoras-guías del Área Educación Museo Antropología de la UNC.

Si repasamos nuestra trayectoria, las propuestas educativas que hemos elaborado siempre han surgido como estrategias para habitar y expandir los espacios museales; para fortalecer espacios de encuentro: y para tejer proyectos de articulación entre antropología y comunidad. Nuestro horizonte es seguir construyendo un museo flexible, donde se incluyan las distintas voces y miradas, y así garantizar la diversidad cultural y social de la que formamos parte.

Este contexto actual que nos atraviesa de manera global, evidentemente nos pone en tensión con nuestro trabajo de crear experiencias significativas centradas en la construcción de conocimiento de manera dialógica, empática y resaltando la importancia del vínculo  interpersonal en la que toda experiencia significativa museal se basa.

La educación museológica puede ser pensada como una conversación elaborada, en términos de Silvia Alderoqui, a través del contacto con otrxs, la escucha y la voz, trascendiendo lugares y palabras. Así, las personas de diferentes edades, géneros, adscripciones culturales y sociales dialogan con el museo, sus muestras y sus  objetos. Estos son puntos de encuentro- una sala del museo, un taller, una capacitación, una visita guiada, entre otras- que alimentan la creatividad de las personas, las subjetividades y saberes, invitando a transitar sus recuerdos y construir nuevos conocimientos a partir de la propia experiencia vivida. De esta manera, la  divergencia en el Museo implica participar en el (re)conocimiento de la diversidad cultural de nuestra comunidad y de nosotras mismas. Allí la curiosidad y la información dialogan todo el tiempo.

Entonces, ¿Cómo dar continuidad a la experiencia en el museo cuando físicamente no estamos en él? ¿Cómo sostener los vínculos divergentes desde la virtualidad cuando se produce una saturación de los medios tecnológicos para la comunicación? Es evidente que este período de cuarentena ha profundizado la tecnificación de la vida, siguiendo la perspectiva de Scott Lash, la cual ha transformado nuestras formas de ser y habitar el mundo a través de las tecnologías. Ahora, se multiplican cartillas, actividades y propuestas que pasan por las redes sociales y páginas web, haciendo de las tecnologías ya no un medio para, sino el territorio donde trabajar.

Pareciera que el contacto con otrxs se suspende, que el cuerpo se desdobla. Por un lado, se individualiza, se vuelve para sí, para cuidarse y protegerse, se vuelve material y frágil. Pero, por otro lado, ese mismo cuerpo se vuelve social y público en otra dimensión. En la virtualidad, el cuerpo exhibido en una pantalla se vuelve inmaterial y difuso, inalcanzable, desterritorializado, aplanado, comprimido. En estos modos de comunicación y de poner el cuerpo, ¿qué pasa con la mirada, con el contacto, con lo multisensorial? y concretamente, en nuestro trabajo como educadoras, ¿es posible pensar en generar experiencias significativas desde estas formas de vida tecnológicas?, ¿cómo afectará esto en el proceso de  construcción de conocimiento intersubjetivo, considerando la importancia que tienen las conclusiones colectivas, experimentadas?

Estas son algunas de las problemáticas que se enfrenta la educación en museos en este contexto y los nuevos públicos a los que puede llegar o despertar en este transitar. Las acciones educativas virtuales conectan o interconectan con una comunidad real pero virtual, donde el vínculo interpersonal debe recrearse de modo diferente: desde la comunidad conocida a la desconocida.

El desafío al cual nos enfrentamos será transitar los museos de un modo diferente, encontrándose con la comunidad, restablecer la confianza y la presencia física en el museo de manera progresiva. Esto no implica que retrocedamos a definir los museos como espacios sagrados con objetos patrimoniales invaluables; por lo contrario, se trata de recuperar las experiencias vividas con nuestrxs visitantes mediante propuestas educativas que respeten los protocolos públicos de salud que se vayan gestando, en sus diferentes fases. A su vez, nos forzará a reconocer nuestro papel en la comunidad no sólo dentro del territorio museo, si no más allá de éste, a partir del compromiso con la sociedad y de repensar la educación como el camino de la transformación.

Diálogos Divergentes: Educadoras-Guías charlando con Cultural e Identidad.

Con tantas preguntas y desafíos vemos oportuno poner en diálogo nuestras preocupaciones con los personajes de la Propuesta Educativa actual “Nos (otros) Divergentes” 2019 – 2020. Son estos personajes/conceptos quienes desde la ficción han tomado riendas en el asunto desde la virtualidad: nos invitan a descargar cartillas didácticas, a ver enlaces divergentes, a crear eventos, entre otras acciones educativas y recreativas.

En esta oportunidad, nos pusimos a conversar con dos de ellxs: Cultural e Identidad, quienes nos comentaron cómo van sobrellevando esta situación y cómo se imaginan que va a ser el retorno del museo en el espacio físico. Nos pareció interesante compartir el chats que tuvimos vía WhatsApp. Te invitamos a ver el siguiente enlace. ¡No te lo pierdas!

Y así, seguimos conversando divergentemente. Y nos quedamos pensando en el Museo como un multiespacio, tanto físico como virtual, afectado por la realidad social a la que pertenece. Así también las personas que lo construyen y le dan sentido, ya no serán las mismas. Transitar otras formas de estar siendo en el mundo es también darnos la posibilidad de (re)conocernos a nosotrxs mismxs en la multiplicidad y la divergencia.

Por Gabriela Pedernera, Gabriela Srur, Silvia Burgos y Gisela Vargas
 Área Educación Museo de Antropología FFyH – UNC

Ilustraciones: Florencia Bacchini

Mas información: https://cutt.ly/euvmuGE

Para ver los enlaces Divergentes, visitá el Blog: http://blogs.ffyh.unc.edu.ar/areaeducacionma/enlaces-divergentes/

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