El libro de Guillermina Espósito revela el recorrido político e histórico de la comunidad indígena de Jujuy. Algunos rastros de lo que nos cuentan sus páginas.
En el mes de junio, la Dra. en Ciencias Antropológicas e investigadora del Instituto de Antropología de Córdoba Guillermina Espósito presentó su libro: “La polis Colla. Tierra, comunidades y política en la Quebrada de Humahuaca” en el Museo de Antropología UNC. Acompañaron su presentación: Ludmila da Silva Catela, Carolina Álvarez Ávila y Diego Escolar, reconocidos antropólogos e investigadores.
En el comienzo de la presentación, la autora agradeció a la Universidad Pública y al CONICET la oportunidad de acceder al sistema de becas y subsidios que dieron el sustento económico necesario para su investigación y posterior publicación del libro. Además, resaltó la importancia de presentar su libro en el Museo de Antropología de la UNC y el IDACOR-CONICET. Así, hizo hincapié en el “momento de fuertes transformaciones, con un presente de desfinanciamiento del sistema científico nacional que no se refiere sólo al recorte presupuestario sino también a la direccionalidad de los objetos y preguntas de investigación que dispone el gobierno en el marco del penoso intento de deslegitimar las ciencias humanas y sociales”.
El investigador Diego Escolar, fue quien guió el proceso de escritura de la tesis doctoral que da origen al libro que publicó la autora; resaltó la importancia de trabajar historias indígenas de la Argentina moderna y de “reconstruir la historia de un grupo y de una sociedad, pero desde una perspectiva indígena”. Al respecto, también destacó que la autora “escapa todo el tiempo a circunscribir o cosificar lo colla como una identidad continua en el tiempo al margen de los avatares históricos”. Además, agregó: “Lo que me parece valioso del trabajo de Guille es que nunca da por sentado el término ‘colla’ ni el término ‘indio’».
Visiones divergentes
El libro es el resultado de un arduo recorrido que comenzó en el año 2004 cuando Guillermina Espósito se sumerge en Tumbaya una localidad de Jujuy a orillas del Rio Grande en la Quebrada de Humahuaca. Luego de una invitación que le hizo Ludmila para participar de un proyecto y “entrar, de su mano, al maravilloso y complejo mundo tumbayeño”, señaló la antropóloga.
Respecto al título de la publicación: “La polis colla”, comentó que remite a dos visiones divergentes, explicó Espósito. Por un lado la idea de ciudad griega ligada al desarrollo de la civilización occidental y la política moderna, y por otro lado, “lo colla que desde fines del siglo XIX empezó a designar a los grupos del Altiplano en un contexto de demarcación de límites entre Argentina, Bolivia y Chile y que, un siglo después, en 1990, comenzó a intentar revertir ese carácter estigmatizado y profundamente racista con que la categoría había sido investida”, advirtió.
A partir de allí, la polis colla pretende describir y acentuar el tono político que asume la organización de comunidades indígenas en nuestro país a mediados de la década de los 90. “Pero particularmente, quiere resaltar el aspecto fagocitario del Estado. Como quienes en la antigua Grecia no eran ciudadanos si no vivía en Polis -no eran ni siquiera humano diría Aristóteles- a pesar del reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas “una comunidad que no haya sido inscripta en el registro nacional de comunidades no es reconocida como tal”, cuestionó Espósito y fundamentó: “Eso pone en marcha, por un lado, toda una maquinaria de burocracia indigenista y por otro lado prácticas que legitiman o deslegitiman las más de las veces con mucha violencia, a todos aquellos que no se adecúan a los estándares de autenticidad, legitimidad y civilidad demandados por el Estado. Esto se ve claramente en el caso Mapuche y, seguramente comience a hacerse más visible en Jujuy que tiene una de las mayores reservas de litio del mundo”.
Para finalizar, Espósito reflexionó acerca de la zona salitrera de la triple frontera andina ubicada entre Chile, Bolivia y Argentina, aquella que la Revista Forbes -revista estadounidense especializada en el mundo de los negocios y las finanzas- denominó: “La Arabia Saudita del oro blanco”. Sobre esto manifestó su preocupación en el marco de la polis colla: “Habrá que ver qué pasa, qué experiencias se recogen de ese proceso y qué memorias se ponen en juego en el marco de las violencias y resistencias que ya empezaron a ponerse en marcha en Jujuy contra los nuevos emprendimientos extractivistas en territorios indígenas”, indicó.
*Por María Eugenia Lunad Rocha (Área de Comunicación del Museo de Antropología. UNC).