«Obvio Microbio: apostamos a la vida en su dimensión pequeña, a los stickers, al humor, a las señales en el aire», afirma María Sol Bruno – Dra. en Ciencias Antropológicas (FFyH – UNC)–, en este artículo donde pone en valor el trabajo creativo de estxs escribas, que buscan mediante la producción de textos urgentes satisfacer sus deseos e inquietudes, en medio de una pandemia que desnudó la fragilidad de nuestra existencia.
A las Ramonas.
El 17 de mayo de este año “veinteveinte” se cumplió un año que entregué la tesis de doctorado. Ese momento de presentación de tesis fue la culminación de un largo proceso de escritura que llevó varios años, más allá de los estipulados por la beca del CONICET. Ahora, la consigna es otra. Tres páginas en tres días, para ir a tono con la escritura de Obvio Microbio*. Acepto el reto, me gusta ponerle pausa a ese modo de escritura tan reflexiva, revisada, (re)escrita, (re)pensada. Ponerme de cabeza y de “pieses”, de cuerpo entero para invitar a la lectura de este bello producto emergente.
Si son tres días en tres páginas, tomo al número tres como una señal para decir tres cosas. Un poco para jugar, y otro para invocar que, la última vez que estuve de manera presencial con personas que integran el equipo de investigación al cual pertenezco, me quedó la idea que el amor siempre es de a tres.
- Escritas urgentes
La definición del adjetivo urgente refiere a algo que debe resolverse con rapidez, una necesidad apremiante, una situación que requiere una atención inmediata. ¿Por qué hacer esto en un tiempo que parece detenido? ¿Por qué ese apuro en cuarentena? Si bien nuestra tarea de investigadores/docentes tiene una agenda plagada de deadlines con maravillosas prórrogas que “alivian” nuestra existencia, pocas veces dejamos salir textos urgentes. El contexto, como muchas otras veces, lleva a preguntarnos sí tantos años de entrenamiento en las instituciones de formación pública nos prepararon para esto.
La formación que recibí fue en su totalidad gracias a las arcas del Estado, tuve beca pagada con la plata de los impuestos de les contribuyentes y ahora mismo sigo trabajando en un espacio público de la provincia. Todo ese ¡PESO DEL ESTADO! sobre esta cuerpa me hace sentir ¡CULPABLE! de no poder decir NADA, de caer presa de mis propias dificultades del oficio, que todo lo que escribimos debe estar revisado/constatado/estudiado. Pero ¿por qué necesitamos tanto tiempo para pensar y pronunciarnos? Obvio Microbio es una prueba que podemos experimentar la escrita urgente y decir/hacer mucho con ella.
Escribir urgente tiene la magia de dejar el destello de esos relámpagos del devenir de la historia, Benjamina dixit. Pues a medida que pasan los días de este confinamiento, algunas conjeturas van quedando viejas, y el oficio de historiadora que practico reclama aquellos escritos para que no se pierdan tan rápidamente en las tormentas del pasado. En las crónicas de Obvio Microbio, aunque diversas en temáticas y actores-actrices, aparecen las diferencias de las urgencias de las personas y nos lleva a preguntarnos por la desigualdad del mundo, o al menos de la ciudad que habitamos. El Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad releva una cifra: poco más de la mitad de los cordobeses tiene un trabajo en relación de dependencia, y quienes tienen menores ingresos están en peores condiciones de una vivienda digna. Quienes lean estas líneas seremos, seguramente, ese grupe de privilegiades que sale a la calle para comprar, que en diálogos con pares discutimos por el tenor de nuestras angustias y medimos el grado de ese sufrimiento día a día.
Entonces ¿Por qué ese apuro en cuarentena? Dos respuestas posibles. Uno, la desigualdad mata y las vidas urgen. Dos, la urgencia no fagocita lo veloz en sí mismo, busca a través de la premura cambiar las formas hacia escrituras destellantes que nos despierten de ciertos letargos.
- Investigadoris situadis y emocionadis
Estamos en el medio de una pandemia mundial que ha cancelado gran parte de nuestra vorágine diaria y ha llevado a muchas personas a pronunciarse sobre el futuro y el ahora. Sin embargo ¿cuántas de esas reflexiones están hechas desde la ciudad donde habitamos? ¿Por qué sólo nos enojamos cuando las conferencias de prensa oficiales se sitúan en el AMBA pero leemos y difundimos escritos de intelectuales que nos explican la pandemia desde otras geografías? Obvio Microbio nos pone los pies aquí, no participan intelectuales estrellas como Paul Preciado o nuestros pensadores “nacionales” como Alejandro Grimson -que agradecemos poder leer-, escriben docentes/investigadores formades y vinculades con la Universidad Nacional de Córdoba, que desenvuelven sus vidas entre las aulas y boxes cordobesas.
Las experiencias que se relatan en Obvio Microbio nos sumergen en otros ríos que siento menos lejanos, y quizás nos habiliten reflexiones más acordes que una receta globalizada. Aprendimos en las aulas de las universidades el valor de lo local en el conocimiento, y es una carta que parece necesaria de jugar -de manera bastante frecuente- por nosotres les habitantes de las profundas interiores del país.
Quienes escriben Obvio Microbio son investigadores situadis y emocionadis. Docentes universitarias preocupadas y politizadas, que reclaman que no olvidemos conquistas de la Reforma Universitaria que tuvo lugar en la misma casa de estudios donde enseñan. Docentes desbordadas entre la virtualidad y la vida doméstica. Investigadorxs preguntándose por literaturas y escritos históricos que circulan al ritmo pandémico. Escribas urgentes que buscan satisfacer sus deseos eróticos con las mismas compus que dan clases o que intervienen en los informes que “muestran la desigualdad” del territorio de la ciudad con encuestas telefónicas. Becaries confinades a monoambientes con gates y humanes. En Córdoba tenemos nuestra experiencia Covid-19, algunas se narran en el libro como una ofrenda al Río Suquía, aunque pediría no excluir a La Cañada -y sus bares deshabitados-.
- Formas de recrear performance del covid- 19
El estilo que propone Obvio Microbio permite una lectura ágil que no descuida la profundidad de los análisis. Las temáticas narradas invitan hacernos parte porque los escenarios en los cuales transcurren y los actores pueden ser familiares, las historias son de la ciudad donde vivimos. Cuando hay referencias a los espacios escolares le ponemos la imagen que guardamos sobre la experiencia más cercana. Para unes, algunes autorxs y obras mencionados en las crónicas serán más conocidos que otres, o quizás puedan identificarse con la experiencia lúdica de los videojuegos, o remitan sus memorias al sonido del Forró de estancias pasadas en Brasil.
En Obvio Microbio se dicen muchas cosas. Algunas se vinculan con consumos y productos culturales. Hay relatos sobre escrituras que emergen en la pandemia y cuyas lecturas se constituyen una performance que habilitan una experiencia repetida y diferente al mismo tiempo. Aparecen novelas, video juegos, películas, músicas y canciones. Nos lleva a preguntarnos qué pasará con las industrias culturales en un futuro próximo y si acaso mutaremos la forma a la cual accedemos a aquellos bienes de la cultura de ahora en más.
En estos tiempos pandémicos también emergen hechos del pasado que (re)visitamos con otra sensibilidad. Aquello que llamamos “Historia” se resignifica en estos presentes, pues se nos vuelven significativos hechos vinculados a las epidemias como la gripe española o la peste negra, que en tiempos anteriores sentimos ajenos. De repente nos envuelve la curiosidad por les italianes que inventaron la cuarentena y la efectividad de esta técnica. Al trabajar como docente de historia del arte, una de las primeras cosas que pensé, apenas comenzó esto, fue que enseñar el efecto de un cuadro de Blanes llamado un Episodio de la Fiebre Amarilla será muy distinto a otros años. Blanes pintó esta obra al ritmo de una gran epidemia que azotó la ciudad de Buenos Aires en el siglo XIX, la obra fue aclamada por un naciente público y la crítica. El cuadro mostraba un momento dramático y preocupante de la época, fue un éxito y se transformó en un hit del arte plástico argentino, hecho por un uruguayo que estudió en Europa.
La vida en cuarentena aparece atravesada por decisiones que nos trascienden y que toman un matiz propio. Obvio Microbio recrea experiencias laborales de aquí, como la enseñanza y las políticas gubernamentales que accionan en esta práctica. No sabemos cómo se re definirán estos vínculos en el futuro, por ahora les docentes han “migrado” su tarea a la virtualidad y convertido sus casas compartidas entre humanes, gates y perres en un nuevo espacio intermitente entre aulas virtuales y dibujos animados.
Obvio Microbio también nos habla de la sexualidad acuerentenada, de nuestros deseos que imaginan nuevas formas para ser satisfechos. Combinar horarios de encuentros -ahora virtuales- tiene sus dificultades, no siempre se está solo en la casa ni se tiene un dispositivo tecnológico de uso privado. La pandemia hace evidente algunos preceptos que ya veníamos charlando, como cuáles son los límites de les cuerpes o qué efectos tienen las tecnologías en nuestros deseos y erotismos. También caemos en la cuenta que el valor que damos a ciertos objetos es local e histórico ¿desde cuándo sabemos las cifras de respiradores que tienen los hospitales de la provincia? De repente sentimos orgullo de las fábricas automotrices que reorientan su actividad a otros objetos preciados. Pululan tutoriales y ofertas de barbijos, el precio del petróleo se desploma y las grandes plantaciones de soja crecen al ritmo de los días de sol.
Obvio Microbio son experiencias atravesadas por formas locales de recrear performance del covid-19. Escritas de manera urgente en el otoño cordobés de 2020, que muestran como pequeñas cosas que parecen insignificantes nos significan, nos hacen unos cuerpos situados sentir-pensantes, y quizás nos ayude a imaginar modos más amorosos de habitar esta ciudad que compartimos.
Por María Sol Bruno. Dra. en Ciencias Antropológicas (FFyH – UNC).
* El título «Obvio Microbio» es una propuesta lúdica a partir de esta frase de uso coloquial. En el contexto de la pandemia de Covid-19 fue representada con ilustraciones en las redes sociales en alusión al virus SARS-CoV-2.
“Microbio” se refiere de manera genérica a una forma de vida que puede ser observada bajo un microscopio, como bacterias y otros unicelulares. Si bien los virus no son considerados organismos vivos y sólo pueden ser observados por microscopía electrónica, la categoría de “microbio” utilizada en esta nota no se trata de una clasificación biológica, sino que alude a una forma de expresión de uso cotidiano.
* Aclaración realizada por el Museo de Antropología de la FFyH – UNC.
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