El Museo de Antropologías de la UNC abre sus puertas a China. Se trata de la gran muestra de trajes étnicos que ya recorrió otras ciudades argentinas, como Salta y Buenos Aires. Gracias al Instituto Confucio de la UNC, la Embajada China en Argentina y el Museo, los cordobeses tienen una oportunidad única de adentrarse en la diversidad étnica china. Esta característica del país oriental es poco conocida en Occidente, pero de gran relevancia para la vinculación entre China y Argentina.
En chino mandarín a estas comunidades se las denomina 少数民族, que en pinyin se pronuncia como shǎoshù mínzú, y se traduce al español como nacionalidad minoritaria. Se trata en la actualidad, de 56 etnias reconocidas por el Estado Nacional Chino. De ellas, 55 están conformadas por alrededor de unos 100 a 120 millones de personas, un 8% de la población del país. Mientras que sólo a una, la Han, pertenecen el 92% restante de los chinos.
Desde la década de 1950 el gobierno chino inició acciones para identificar las minorías presentes en el territorio a través de ciertos atributos: historia, lengua, cultura y costumbres en común.
El gobierno chino ha promovido diversas políticas para la protección del patrimonio material e inmaterial de las etnias. Entre las más importantes, se encuentra el derecho a legislación con el que gozan de cierto nivel de autonomía que los beneficia ampliamente al poder disponer con mayor flexibilidad de los recursos propios.
Otra política relevante fue la exclusión de las minorías de la “política del hijo único”, aquella medida de control de natalidad que rigió entre 1982 y 2015.
Además, en términos educativos, los miembros de las minorías étnicas tienen más chances de ingresar a la universidad y a esto se suma que el Estado provee de recursos para el desarrollo de la educación étnica y la transmisión y enseñanza de la lengua.
Finalmente, el Estado les garantiza también la libertad de culto y el derecho a preservar sus costumbres.
Particularidades de las etnias chinas
Si bien cada una de las etnias tiene características propias como la vivienda, los rituales, la música y las danzas, y las vestimentas (que pueden apreciarse en la Muestra), algunas de ellas resultan de especial interés por ser únicas en su tipo.
La etnia Mosuo, por ejemplo, ha llamado la atención de muchos periodistas y académicos por ser considerada “el último matriarcado”, tal como indica el título del libro de Ricardo Coler, El Reino de las Mujeres. Esto se debe a la matrilinealidad y matrifocalidad de la sociedad Mosuo, es decir, que el linaje se transmite a través de la madre quien también es la jefa de la familia.
Por su parte, la etnia Miao es conocida por la belleza de sus trabajos en plata que ornamentan su vestimenta.
De acuerdo a los elementos que les ofrece la naturaleza circundante, las costumbres y los climas, los pueblos de las minorías étnicas construyen casas de bambú, de madera, o viven en tiendas de tela fáciles de recoger cuando es necesario cambiar de lugar de asentamiento. Pueden dedicarse a la agricultura, pero también a la cría de yaks, como los tibetanos documentados en el excelente libro periodístico- etnográfico de Gustavo Ng, El regalo del Dios Viento.
Hay minorías budistas, musulmanas, taoístas; algunos de sus miembros se destacan por poseer rasgos fenotípicos que no asociaríamos a los chinos, como los cabellos claros. Al momento de conocer estas particularidades es necesario despojarnos de todos nuestros pre conceptos y dejarnos sorprender.
La importancia de las minorías en la actualidad de China
En la provincia de Yunnan, al sur este de China, vive casi la mitad de las nacionalidades minoritarias. Allí, se ha construido un parque en donde los visitantes pueden recorrer las parcelas en las que cada etnia reproduce sus viviendas, comidas y costumbres.
Se trata de uno de los sitios turísticos más importantes destinado a recibir a millones de turistas internos que recorren el país, gracias a las políticas de desarrollo económico y alivio de la pobreza del estado chino de los últimos años.
Otras etnias se encuentran en la zona oeste del país, lejos de las grandes y modernas metrópolis. Esos territorios cuentan con una gran riqueza en términos de recursos naturales. Además, esas regiones son estratégicas no sólo por ser fronterizas, sino también porque se verían atravesadas por las actividades comerciales de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Esta iniciativa se conoce también como “Nueva Ruta de la Seda”, y es impulsada por el presidente Xi Jinping desde 2013. Propone una vinculación cooperativa entre las “civilizaciones” del mundo en los ámbitos político, económico, cultural y social.
Por lo tanto, al adentrarnos al mundo de las minorías étnicas no sólo podemos dejarnos guiar por la curiosidad, sino también por la necesidad de conocer uno de los puntapiés culturales que posiblemente fortalezca la vinculación económica de Argentina y China. En el sector minero, por ejemplo, muchos de los CEO de las empresas chinas pertenecen a minorías étnicas debido a la amplia formación en el tratamiento de los recursos naturales presentes en sus lugares de origen. Es decir, no sería extraño que al recibir delegaciones de empresarios chinos nos encontráramos con algunos miembros de diversas etnias minoritarias.
Las minorías en la vinculación de China y Argentina
En mi labor como antropóloga e investigadora del CONICET especialista en temáticas vinculadas a China, uno de los hallazgos más relevantes al momento de analizar los procesos de vinculación económica y política entre China y Argentina es su base cultural.
Aquellos proyectos que más éxito han tenido en nuestro país, en términos políticos y económicos, se asientan en una fuerte conexión a nivel cultural y educativo con China. En este sentido, una manera de iniciar este tipo de proyectos puede ser a través del trabajo con la etnicidad en uno y otro contexto.
El conocimiento e intercambio cultural y educativo entre universidades, museos, y organizaciones indígenas de nuestro país puede ser fomentado a partir de la vinculación con entidades de las minorías étnicas chinas. Es preciso preguntarse, entonces, más allá de las diferencias que pueden ser más fáciles de advertir, ¿qué tenemos en común entre China y Córdoba? ¿Qué podemos aprender de China respecto a la vinculación del Estado y sus minorías étnicas? ¿Qué aprendizajes obtenidos a partir de los grupos indígenas de nuestro país podemos ofrecer a China? Las respuestas a estas preguntan despliegan un gran abanico de posibilidades: pueden explorarse políticas públicas, preservación del patrimonio cultural local, de las identificaciones étnicas de las lenguas y productos intangibles de la cultura, de las prácticas de sanación, de la inserción de los descendientes en las universidades, entre muchas más.
La invitación, entonces, es visitar la Muestra del Museo de Antropologías para familiarizarnos con China y sus minorías étnicas con el fin de poner signos de pregunta a la afirmación “es una de las alteridades más remotas”, y de ahí en más, construir un futuro compartido.
Texto y fotos: Luciana Denardi – antropóloga, investigadora de CONICET.