Andrés Izeta es el nuevo Director del Instituto de Antropología de Córdoba (IDACOR) – CONICET – UNC. Organismo que reúne a casi un centenar de investigadores, becarios, equipos de trabajos, de apoyo y personal administrativo que, en doble dependencia con la Facultad de Filosofía y Humanidades, constituyen el Área Científica del Museo de Antropología. En esta nota, plantea algunos de sus objetivos y expresa su preocupación frente al gran deterioro económico que sufre hoy la ciencia argentina.
Licenciado en Antropología, Doctor en Ciencias Naturales e investigador de CONICET, dedicado la zooarqueología y la argeología digital, desde el mes de abril Andrés Izeta está a cargo de la dirección del IDACOR, con sede en el Museo de Antropología y se desempeña además como profesor adjunto del Departamento de Antropología de la Facultad de Filosofía y Humanidades, de la Universidad Nacional de Córdoba.
Entre sus principales desafíos, como Director del IDACOR, Izeta comenta que se dedicará especialmente a la tarea de visibilizar las distintas investigaciones científicas que se desarrollan, dentro de las ramas de las ciencias sociales y humanidades, con especial foco en la antropología en todas sus susdisciplinas y variantes.
“Sobre todo en un momento tan crítico donde, a partir del 2016 con la gestión de Mauricio Macri en el Gobierno, se han implementado una serie de medidas que llevan al desfinanciamiento y desprestigio de la ciencia y la tecnología, en todo el país”.
En este contexto, Izeta expresa su preocupación ante la ausencia que deja Dora Barrancos, al renunciar al cargo de Directora del Área de Ciencias Sociales y Humanidades del CONICET. “Sin la voz y capacidad de Dora Barranco dentro del organismo, las ciencias sociales y humanas quedan con poca representación en decisiones claves, que permiten abrir líneas de apoyo y financiamiento para investigaciones en estas disciplinas”.
Tras ocho años de mandato dentro del Área de Ciencias Sociales y Humanidades en el Directorio del Conicet, Dora Barrancos presentó su renuncia el 9 de mayo. Su decisión fue “de orden moral” dijo. Y una de las razones se debe a que los científicos Mario Pecheny —nombrado como su sucesor hace un año— y Alberto Kornblihtt, quien iba a estar en el campo de las Ciencias Biológicas y de la Salud, nunca fueron incorporados. «Es una manera de dejar en evidencia la negligencia del gobierno actual, al que no le interesan las reglas democráticas ni el republicanismo que pregona», explicó Dora Barranco en declaraciones públicas, al diario Página 12.
Andrés Izeta también reflexiona sobre el caso de la investigadora Marina Simian, quien recientemente participó en el programa «Quién quiere ser millonario» para seguir financiando sus investigaciones sobre la cura para el cáncer. “Creo que más allá de haber podido conseguir 500 mil pesos en un programa de televisión— que tampoco es tanto dinero para la línea de investigaciones que lleva adelante su equipo—, el caso de Simian logró instalar en la agenda pública el enorme deterioro económico que vive el sector científico del país. Y aunque el presidente se haya reunido con ella, sería lamentable que todo se reduzca a un caso particular, sin generar medidas concretas que puedan dar solución a las problemáticas de fondo” – explica Izeta.
“Porque el asunto del financiamiento para toda la comunidad científica y universitaria es muy grave. El gobierno subjecuta las partidas de fondos que corresponden a cada programa. Y en muchos casos, ni siquiera están transfiriendo los fondos ya asignados. Además, cuando el dinero finalmente llega, como la devaluación es tan grande y muchos de los insumos que se necesitan están dolarizados, la plata asignada nunca alcanza. Además, hay que tener en cuenta que en la actualidad un becario de CONICET cobra por debajo del valor de la canasta básica”.
Andrés Izeta fue parte los más de 140 directores y directoras de Unidades Ejecutoras y Centros Asociados de Conicet que el 12 y 13 de abril pasados, se reunieron en un plenario nacional, en la Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba, para debatir sobre la grave situación que atraviesa la Ciencia y la Tecnología. De aquella reunión se decidió repudiar el recorte que aplica el Gobierno Nacional, además de haber elaborado una Manifiesto para superar la crisis y un plan de actividades para impulsar los reclamos de los investigadores.
Dentro de las metas propuestas, en su cargo como Director del IDACOR, Izeta plantea trabajar con miras a alentar y apoyar a las nuevas generaciones de científicos. “En un contexto de tanta crisis, resulta prioritario capacitar a la comunidad científica del IDACOR para que puedan explorar todas sus capacidades y roles, dentro de la sociedad. Los investigadores especializados son vitales para dictar cursos, para elaborar informes sociales y de impacto ambiental. Son grandes articuladores entre las demandas de organizaciones sociales y el Estado. Son generadores de nuevos conocimientos en todas las áreas y hay que respaldarlos. Un país que no apueste al desarrollo de las ciencias es un país sin futuro”.
Texto y Foto: Irina Morán