Cada año, durante el mes de agosto, el ritual de la Pachamama se celebra de manera más frecuente y diversa en Córdoba. Este ritual, propio del mundo andino –arraigado en el noroeste argentino, Bolivia y Perú–, que coincide con el comienzo del nuevo ciclo agrícola, donde el invierno se retira y la primavera aparece con su floración, se hace cada vez más presente en distintas latitudes de la provincia de Córdoba.
Tal como precisa la antropóloga Guillermina Espósito, docente e investigadora (CONICET-UNC) se trata de un ritual, donde “el acto de darle de comer a la tierra, aparece como la imagen icónica que hoy se tiene de la Pachamama. La categoría Pacha es una de las más importantes del mundo andino y la Pachamama es una entidad muy poderosa con quien se establecen relaciones de intercambios: la Pacha da, pero también quita”, afirma.
Actualmente existen nuevas apropiaciones del encuentro con la Pachamama, que se traducen en ofrendas de alimentos, fuego, gratitud y augurios hacia la tierra, que se celebran en casas, escuelas, organizaciones, parques y espacios públicos. Se conjuran males, se piden deseos. Y también se construyen sentidos y sentires sobre el ambiente en el que vivimos.
¿Cuáles son las particularidades de este ritual de la Pachamama en el territorio cordobés? ¿Qué relaciones establecen las personas que realizan el ritual con las demandas medioambientales ante problemas como el desmonte, el avance inmobiliario desmedido, o los incendios intencionales? El contexto de pandemia ¿impactó en los encuentros y celebraciones hacia la Pachamama?
Esta serie de videos, realizados por el equipo de Alejandra Havelka, Silvia Kowalczuk, Paula Esquivel y Florencia Bacchini del Museo de Antropología de la UNC, enmarcados bajo el título #TuPachamama, resulta una invitación a compartir diferentes encuentros de este ritual, celebrados durante el mes de agosto de 2021, en diferentes rincones de Córdoba.