Pachamama 2024: agradecer, retribuir y celebrar en comunidad

El 23 de agosto de 2024 se celebró en el Museo el ritual de la Pachamama. La jornada incluyó la apertura de la boca (pozo) sobre la vereda del Museo; el armado de ataditos con plantas medicinales; la explicación sobre cómo se diseña una mesa ritual para ofrendar, a cargo del local «La Bolivianita» de Sandra Isla; el cierre de la muestra “Ollazas y su altar de los deseos” de María Furnari; y el cierre de un grupo del proyecto Pasantías de estudiantes secundarios que lleva a cabo el Área de Educación del Museo.

Históricamente la Pachamama ha sido una celebración propia del mundo andino, que abarca el noroeste argentino, Perú y Bolivia. Se realiza en agosto ya que esta etapa del año coincide con el comienzo del nuevo ciclo agrícola donde el invierno emprende la retirada y la primavera propone fertilidad. La celebración tiene la intención de agradecer, pedir y ofrendar a la Madre Tierra.

En la actualidad este ritual asume diferentes modalidades y se realiza en múltiples espacios.  

En el Museo de Antropologías, se abre una boca (pozo) en un pequeño cantero sobre la vereda frente al Museo. Allí, las personas se van congregando y ofrendando alimentos, bebidas y música a la tierra.

Este año, la celebración incluyó el armado y la quema de una mesa ritual a cargo del local «La Bolivianita», de Sandra Isla.

Las mesas son una clase particular de ofrendas muy usuales en los Andes Centrales y del Sur que incluye a algunas partes del noroeste argentino. Están destinadas a diferentes tipos de seres y fuerzas que la antropología usualmente denomina “no humanos”, y que en ocasiones pueden ser identificados como divinidades o seres poderosos.

En la actividad, Sandra Isla armó pacientemente una mesa ritual diseñada especialmente para comunicar los pedidos y agradecimientos del Museo de Antropologías, combinando una gran variedad de elementos y detalles para comunicar esas intenciones.

Además, en el marco de la celebración de la Pachamana, se realizó el cierre de la instalación “Ollazas y su altar de los deseos”, a través de una performance que invitó a compartir un guiso de lentejas a la canasta.

La Muestra estuvo exhibida durante julio y agosto en el hall del Museo proponiendo el encuentro con el proceso amoroso de cocinar en colectivo. Un altar a esas ollas que en momentos de crisis logran sostener y abrazar, con su presencia, la posibilidad de encender una renovada luz de lucha y esperanza.

Por otra parte, durante toda la celebración se sostuvo en la vereda del Museo una mesa con hierbas medicinales y yuyitos para armar sahumos y evocar memorias ancestrales.

Las personas que pasaban por el Museo podían detenerse allí para armar su atadito y compartir sus recuerdos en torno a estos aromas que impregnan tantos vínculos.

Toda la jornada estuvo dedicada a conectar con la Madre Tierra y a agradecer, retribuir, honrar y celebrar en comunidad.

En este sentido también se llevó a cabo el cierre de un grupo del proyecto Pasantías de Estudiantes Secundarios que lleva a cabo el Área de Educación del Museo. Los y las jóvenes cerraron este trayecto formativo ofreciendo diferentes actividades ligadas a la celebración de la Pachamama y abiertas a todo público.

TextoÁrea de Comunicación – Museo de Antropologías de la UNC

Fotos: Paloma Laguens – IDACOR – Reserva Patrimonial

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