La Tacuarita Azul se consagró como “Ave símbolo de la provincia de Córdoba”. Un galardón que surge tras el certamen realizado durante el mes de octubre de 2022, donde participaron más de 28.000 personas, en el marco del proyecto “Elección del ave símbolo de la provincia de Córdoba”, avalado por el Ministerio de Educación de Córdoba y la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC.
Tacuarita Azul. La hembra (izquierda) no tiene el antifaz característico del macho adulto (derecha). Son aves pequeñas que se alimentan principalmente de insectos. Es una especie residente y presente en todo el territorio provincial. Fotógrafo: José Lozada.
La elección es parte de un trabajo multidisciplinario, cuyo objetivo es dar a conocer y visibilizar, a través de veinticuatro especies de aves candidatas, la importancia de conservar los ecosistemas, a través del cuidado de la biodiversidad, la riqueza cultural local y regional. Así, después de esta elección, La Tacuarita Azul resultó el ave más votada, seguida por el Benteveo o pitogué (Pitangus sulphuratus) y la Reinamora Grande (Cyanocompsa brissonii).
La Tacuarita es un ave pequeña. Inquieta. Con dorso azulado y cola larga bicolor. Su nombre científico es Polioptila dumicola. En una primera etapa del proyecto, participaron instituciones educativas de toda la provincia de Córdoba. Al comienzo del proyecto, se trabajó con instituciones educativas, donde las personas de cada comunidad, podían elegir el ave con la que se sentían más identificadas. Ya sea por formar parte de su mundo cotidiano, cercano, representativo, o también simbólico. En una segunda etapa, además de las instituciones educativas, se invitó a participar a la población en general. En esta etapa, se habilitó un espacio virtual donde se daba a conocer las veinte cuatro especies candidatas, para luego invitar a que se seleccionara alguna de ellas, como ave símbolo de Córdoba.
Durante el desarrollo del certamen, se computaron un total de 28.901 votos. De esta cifra, el 75% (21.615 votos) pertenecen a instituciones educativas de toda la provincia. Y el 25% restante (7.285 de votos) pertenece a la categoría llamada “público en general”.
Las aves más votadas fueron: Tacuarita Azul (9,5%), Benteveo (8,8%), Reinamora Grande (8,7%), Picaflor Cometa (7,5%), Monjita Blanca (6,6%), Águila Mora (6,4%), Flamenco Austral (5,3), Brasita de Fuego (5,2%) y Lechucita de las Vizcacheras (5,2%). El resto de las especies candidatas, entre las que se encontraban el Jilguero Dorado, Naranjero, Carpintero Real, Cabecitanegra, Chingolo, Carancho, Calandria, Rey del Bosque, Zorzal Colorado, Martín Pescador Chico, Pepitero de Collar, Inambú Campestre, Cacholote Castaño, Torcacita Picuí y Chinchero Grande, obtuvieron valores menores al 5%.
De esta manera, el resultado de todo el certamen ubicó a la Tacuarita Azul como el ave símbolo de Córdoba, seguida por el Benteveo y la Reinamora Grande, a quienes sobrepasó por una diferencia menor al 1%. Esta mínima diferencia entre las dos segundas, provocó la decisión de que estas especies recibieran una mención especial y que, junto a la Tacuarita Azul, fueran propuestas como las aves “Guardianas de la Biodiversidad de Córdoba”.
Mención especial. Benteveo (izquierda). Reinamora Grande macho (centro). Reinamora Grande hembra (derecha). Fotógrafo: José Lozada
Reflexiones y curiosidades
Dentro del formulario de votación, dirigido hacia el público general, se indagaba sobre la motivación por participar de la convocatoria. Esta inquietud arrojó más de cinco mil respuestas. Algunas razones, se sustentaban en la oportunidad de valorar el patrimonio natural y cultural. Muchas personas hicieron mención a la importancia del monte autóctono de Córdoba. A las aves, a la biodiversidad y a poder visibilizar las problemáticas ambientales. También se hizo referencia al sentido de pertenencia. A sentirse parte, a lo común como colectivo social, y al fortalecimiento de un sentido de pertenencia e identidad.
Dentro de la votación dirigida al público general (que representa el 25% del total de votos), el Benteveo fue la especie más votada, seguida por el Picaflor Cometa. Es curioso, pero en este segmento de votos, la Tacuarita Azul no estuvo entre las más votadas. Este dato aporta una diferencia en relación a la composición de los grupos votantes. El público general que participó de la convocatoria estuvo compuesto, en su mayoría, por personas adultas. Las instituciones educativas están conformadas principalmente por una población infanto-juvenil.
Un grupo de docentes de distintas instituciones indicaron que la preferencia por la Tacuarita Azul en las escuelas estuvo dada por su color, su canto, su tamaño pequeño y por el hecho de ser un ave inquieta y movediza. En un primer grado opinaron que es “como un pompón”.
A su vez, en el ámbito escolar, se registraron diferencias en la votación al considerar la diversidad en las regiones provinciales. En las regiones Centro, Este y Sudeste de la provincia de Córdoba, la más favorita fue la Tacuarita Azul. Pero esto no sucedió en las regiones Norte y Noroeste, donde el ave más votada fue la Reinamora Grande. Y en la región Sur el preferido fue el Picaflor Cometa.
Estos resultados parecieran indicar que hay componentes etarios y regionales que marcan preferencias, aunque más allá de conocer las razones o motivos de la participación en la convocatoria, o la elección de una especie y no otra, el resultado final del certamen estuvo basado en lo heterogéneo, en lo diverso. Y esa diversidad debe ser el espacio de encuentro para conocer más las especies que habitan en el territorio provincial y desde ahí protegerlas, como así también los espacios que habitan.
Mural Tacuarita Azul, de reciente realización. Ipem 387, Agua de Oro. Artista, muralista: Marcos Sánchez.
Texto: Sandra Gordillo
Investigadora del Instituto de Antropología de Córdoba CONICET– Museo de Antropologías, UNC. Integrante del equipo coordinador del proyecto Elección Ave Símbolo de la Provincia de Córdoba.