Comprometida con la historia y el territorio, Marta Bonofiglio fue una pionera en integrar docencia, investigación y educación patrimonial desde una mirada comunitaria, sensible y profundamente humana. Su huella en la Arqueología cordobesa permanece en cada vínculo que cultivó. La comunidad de la antropología y la arqueología lamenta su partida, honra su legado y acompaña su memoria.

}Marta Bonofiglio fue maestra superior, egresada de la Escuela Normal Superior Dr. Agustín Garzón Agulla, y estudió Historia en la Universidad Católica de Córdoba mientras trabajaba como docente en el nivel primario. Ahí conoció a quien fuera su maestro, Nicolás De la Fuente. Con él se inició en la investigación y viajaron juntos al 1° Congreso Nacional de Arqueología Argentina que se desarrolló en Rosario, provincia de Santa Fe. Por un accidente automovilístico no llegaron pero su trabajo quedó plasmado en el libro de Actas.
Luego se insertó laboralmente como Jefa de Trabajos Prácticos (hoy Profesora Asistente) en la Cátedra de Prehistoria y Arqueología Americana en la Escuela de Historia, de la Facultad de Filosofía y Humanidades, de la Universidad Nacional de Córdoba. Desde allí despertó vocaciones por la disciplina. Sus proyectos de investigación se enmarcaron en el Centro de Estudios Históricos Prof. Carlos Segretti.
También fue docente del nivel secundario y dirigió el Museo Arqueológico Provincial Anibal Montes ubicado en la localidad de Río Segundo. Acá nos detenemos porque desde este espacio institucional desafió al campo de investigaciones en Arqueología, la Museología y a los estudios patrimoniales.
Prospectó y excavó ininterrumpidamente junto a lxs pobladorxs interesadxs en el pasado indígena de laslocalidades vecinas al curso del Río Segundo o Río Xanaes hasta su desembocadura en la Laguna Mar Chiquita. Así fue como puso el foco de estudio en las tierras de la llanura, espacio no valorado por los arqueólogos de la época para conocer el pasado indígena de la provincia. Junto con estxs pobladorxs
comenzó las capacitaciones sobre Arqueología y educación patrimonial en los museos de la localidad, por ejemplo en el Museo Histórico de La Para donde llegó a ser la jefa del Área Investigaciones.
De ese modo esxs pobladorxs se fueron transformado en colaboradorxs y amigxs de la Arqueología. A este modo de hacer ciencia hoy lo reconoceríamos como una arqueología colaborativa y por demanda. Como educadora dio relevancia al trabajo del Museo con el sistema educativo y con lxs visitantes,
generando las primeras propuestas educativas en la provincia. A estas intervenciones en los museos hoy
las conocemos como pedagogía museística. Asimismo fue una pionera en participar en la Proyecto UNESCO llamado “ Ruta del Esclavo” en una provincia que negaba su existencia y proclamaba su exterminio.
Como podemos ver y sentir ella tuvo un gran compromiso con la comunidad donde insertaba su práctica de investigación y docencia, así como por el pasado indígena prehispánico y las poblaciones afrodescencientes esclavizadas. Nunca desvinculó la docencia, de la investigación y de la extensión, lo que hoy conocemos como la integralidad de funciones.
En tiempos sociales muy distintos a los actuales, ella no disoció la maternidad de su trabajo, y sus hijas fueron parte del mismo. Marta recordaba sus salidas de campo, las tareas de laboratorio, las actividades educativas en los museos, su trabajo docente y las experiencias con sus hijas, en un continuo inseparable de vivencias que compartía con alegría y entusiasmo. Así permanecerá siempre en nuestra memoria.
Texto: Mariela Zabala.