Este artículo surge como respuesta a la nota publicada en La Voz del Interior, “Hallan evidencias de que los pueblos originarios desmontaban los valles serranos”, donde se observa, además de una carencia de identificación o crédito en la tarea periodística de quien la escribe, graves signos de malicia y manipulación informativa.
Por Bernarda Marconetto (UNC-CONICET)
Tal como indica de manera clara, uno de los investigadores citados en la nota, Sebastián Pastor, “Nada tienen que ver las consecuencias de la acción humana sobre el ambiente de ese momento con las que se ven hoy: un desmonte feroz, siembra directa y monocultivos que entre otros factores son responsables de las inundaciones que azotan a los pueblos de las llanuras cordobesas”, sin embargo, el título de la nota pone énfasis en que los pueblos originarios desmontaban.
Algún distraído podría pensar que sí, como nosotros sin siquiera preguntarse ¿qué es desmontar? o si el término (des)monte cabe por igual a cualquier grupo humano presente y pasado.
La intención del título invita a pensar que, si siempre se desmontó, es natural hacerlo en tanto se trata de una necesidad de la gente hoy y ayer. Si siempre fue así, pues así ha de ser. Pero la Antropología ofrece testimonio de múltiples formas de existencia tanto en el presente como en el pasado, y en este sentido, la etnografía y la arqueología son justamente herramientas potentes para repensar estos esquemas, al tiempo que sus aportes e interpretaciones juegan un rol político no menor.
En la mencionada nota un investigador, Matías Medina, señala que «Pensar que las comunidades originarias no interactuaban con el ambiente, es una idea que no se sostiene«, lo cual no es novedad, es algo que viene discutiéndose desde hace largo rato, antropólogos como Philippe Descola o Eduardo Khon han aportado seriamente al tema. Sin embargo, esta frase fuera de contexto y bajo este título es cuanto menos irresponsable en una provincia cuya tasa de deforestación es de las más altas del planeta. Existe ciertamente una relación indisociable entre diversas comunidades humanas y el monte, actualmente y en el pasado, por citar el caso de Córdoba. En torno a esta no disociación, lejos de oponer uso y preservación, no son pocas las investigaciones antropológicas que evidencian hay tipos de uso que tienen justamente efecto de preservación.
Como arqueólogos y arqueologas, alguna vez, solemos proponer abordajes e interpretaciones que replican nuestra propia concepción de la relación entre humanos y no humanos.
La percepción de lo no humano como “recurso”, tan fuerte en nuestra concepción, al ser extrapolada a las interpretaciones sobre el pasado o a situaciones diversas, da lugar a naturalizar por fuera de su contexto histórico específico los presentes modos extractivos de relación con el ambiente. Al mismo tiempo, omite comprender un conjunto de demandas y movilizaciones legitimas que diversos colectivos sociales – indígenas y comunidades campesinas- vienen llevando adelante.
Este es un tema que nos preocupa y ocupa desde nuestra institución. Puntualmente en torno al tema de los desmontes venimos realizando una serie de actividades desde hace ya un buen tiempo. Desde la “Feria por el Monte” realizada en 2017 por el Núcleo Naturaleza-Cultura, de la que participaron diversas organizaciones campesinas y ambientalistas, hasta la actual muestra foto-etnográfica “Mirá ese monte. Vida y trabajo en Traslasierra” con fotografías y textos de la antropóloga Julieta Quirós, en colaboración con la Unión Campesina de Traslasierra y técnicos en desarrollo rural. Un trabajo que nos acerca a la vida cotidiana de los productores familiares del oeste cordobés, que resisten al agronegocio.
Asimismo, podemos destacar en esta línea dos tesis doctorales en etnobiología escritas por Jéssica Manzano García y David Jiménez Escobar dirigidas por Gustavo Martínez, así como la tesis de grado de Iván Zigarán, quien en formato historieta dio cuenta de las particularidades del vínculo de las familias campesinas del norte de Córdoba con el monte. Los trabajos publicados y proyectos de investigación en curso de investigadoras e investigadores del Museo de Antropología e IDACOR (CONICET-UNC). Bernarda Marconetto, Francisco Pazzarelli, Guillermina Espósito, Claudia Amuedo, Carolina Álvarez, Guillermo Gardenal, Mariano Bussi, José Miranda Pérez, Cecilia Argañaráz, apuntan fuertemente desde hace ya algunos años, contra la extrapolación de los modos modernos y capitalistas de habitar el mundo hacia otros colectivos pasados y presentes.
Además, hemos trabajado, investigado y visibilizado otras problemática actuales, como por ejemplo la conocida movilización del Santanazo, o problemáticas en torno a la minería o el extrativismo, todas abordadas de manera muy seria por algunxs investigadorxs de nuestra casa, como Eliana Lacombe, Graciela Tedesco, Angelina García y José María Miranda Pérez , por mencionar sólo algunxs de los autores y trabajos dedicados a estos temas.
Como colectivo de investigadorxs del Museo de Antropología de la Facultad de Filosofía y Humanidades e IDACOR, creemos es nuestro deber hacer consciente que esta composición de mundo, esa particular articulación entre seres y fuerzas vitales, es específica de nosotrxs, lxs ‘modernos’ y dar cuenta de la gran variabilidad de vínculos con eso a lo que llamamos Naturaleza.