Fallo histórico contra el delito de la trata en Córdoba. El lunes 26 de junio de 2023 la Justicia Federal condenó a 7 años de prisión al exfuncionario judicial Eduardo Garzuzi, por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, agravado por abuso de una situación de vulnerabilidad, contra “Nora”. Una joven menor de edad, en el momento de su captación.
En esta nota, se narran los detalles de la condena y los testimonios que se escucharon, en la conferencia de prensa realizada el 22 de junio de 2023 en el Museo de Antropologías UNC, donde participaron: Natalia Rodríguez, hermana de Nora; Natalia Marquinez, instructora de la causa; Laura Vilches, referente de Pan y Rosas, integrante del equipo de trabajo del Caso Nora; Mara Beltrame, abogada feminista del caso Nadia; Giselle Videla, abogada feminista del caso Cecilia Basaldúa, junto a Flavia Dezzutto, decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades – UNC.
A través de videos, brindaron testimonio Ana Chávez, integrante del Observatorio Latinoamericano contra la Trata y Tráfico de personas de Uruguay. Rosana Albisini, de la Asociación de Mujeres Autoconvocadas contra la Violencia de Género. Y Marcela Cano y Margarita Meira, de la Asociación Madres víctimas de trata.
La conferencia de prensa, coordinada por Laura Vilches, buscó visibilizar el delito de trata de personas con fines sexuales en la provincia de Córdoba. Una problemática que condensa prácticas aberrantes como: la captación de personas, la separación de sus entornos familiares y el sometimiento de las víctimas a condiciones de esclavitud. El maltrato psicológico y físico, que la mayoría de las veces incluye violaciones, además de la explotación sexual, como actividad clandestina para las que son sometidas las víctimas. A su vez, en la mayoría de los casos, los familiares peregrinan en soledad por las dependencias policiales y judiciales haciendo las denuncias. En ese marco, se denunció una complicidad evidente por parte de los poderes de turno, al negar la gravedad de estos casos, así como la falta de perspectiva de género de la Policía y el poder Judicial, para abordar este tipo de delitos.
¿Qué pasó con Nora?
Natalia Rodríguez, (nombre ficticio en resguardo de su identidad) relató cómo inició el proceso de captación de su hermana Nora. “Cuando todo esto empezó, mi hermana era menor de edad y sufría de adicciones», dijo. Las redes de trata buscan siempre a personas muy vulnerables”, explicó. “Y desde que la captaron –en el año 2019–, mi hermana sufrió daños psicológicos gravísimos, porque estuvo sometida y explotada sexualmente durante seis meses”.
En la causa de “Nora”, Eduardo Zanello es la persona señalada como el entregador. Actualmente se encuentra detenido y se presume que es parte de una red de trata más grande. Zanello es quien se gana la confianza de Nora y comienza un proceso de captación y sometimiento que se incrementa a fines del año 2019, por parte de Eduardo Garzuzi, quien también se encuentra detenido, hace más de dos años. Es Garzuzi quien somete a Nora a una situación de explotación sexual, en condiciones similares a la esclavitud. Además de aislarla de su familia y encerrarla, utilizó una serie de dispositivos para disciplinarla y atemorizarla. De esa manera la explotó sexualmente, se aprovechó de su edad, de su situación de adicción y de conocer que Nora provenía de una familia de bajos recursos.
El rescate de Nora se produce el 5 de junio del 2020. Eduardo Garzuzi la tenía sometida dentro de su departamento. Hasta ese momento, Eduardo Garzuzi figuraba como funcionario del Poder Judicial, en la dirección de la Policía Judicial, y había sido empleado del Poder Judicial, en la parte penal, llegando incluso a desempeñarse como Secretario de una fiscalía. A su vez, Eduardo Zanello es abogado, jubilado del Poder Judicial, quien llegó a desempeñarse como Secretario de un tribunal penal.
Con la voz quebrada por la emoción, Natalia Rodríguez dijo que en el caso de su hermana, “al menos llegamos a tiempo para rescatarla. De lo contrario, hoy estaríamos llorando su muerte”.
El delito de la trata
Natalia Marquinez, instructora de la causa en la Fiscalía Federal de 2° Turno, a cargo de Casas Nóblega, habló sobre la experiencia, puertas adentro de la Justicia, para darle curso a esta denuncia. Marquinez explicó todo el trabajo que implicó lograr que Justicia admitiese este delito, que pretende ser invisibilizado. Además, destacó los aspectos más relevantes del alegato del Ministerio Público Fiscal, en particular la premeditación de Garzuzi para garantizar su impunidad.
Por todo esto, el caso de Nora “resulta paradigmático”, dijo. “El lunes 26 de junio, la Justicia debe dar a conocer la sentencia. Y esperamos que sea una condena ejemplar, que demuestre que el delito de la trata y explotación sexual hoy son inadmisibles”.
También hablaron las abogadas Mara Beltrame (Pan y Rosas) y Giselle Videla (Akelarre), ambas activistas feministas y litigantes de causas de trata de personas, como el caso “Nadia” de Traslasierra, donde la joven se encuentra fallecida. Y el caso de Cecilia Basaldúa, cuya muerte continúa impune y sin avances en la investigación, lo que imposibilita conocer qué fue lo que sucedió con Cecilia.
Ambas señalaron que el caso “Nora” pone al descubierto algunos patrones de conducta que se repiten dentro de las redes de trata. Generalmente buscan a mujeres o personas, en contextos de alta vulnerabilidad. La captación no siempre es forzada, pero sí los delincuentes son grandes manipuladores para aislar a las víctimas. Primero se acercan con un discurso de un vínculo de sexo afectivo. Después se produce el aislamiento y el sometimiento para la explotación sexual. También señalaron que el negocio de la trata –uno de los negocios ilícitos más lucrativos en el país y el mundo– se realiza bajo el sometimiento y la explotación del cuerpo de las personas captadas.
A su vez, denunciaron que existe una connivencia patriarcal y sin perspectiva de género de los poderes políticos, policiales y judiciales, para que este delito siga funcionando de manera invisibilizada. Y llamaron a fortalecer la red de familias, de movimiento de mujeres y disidencias feministas, para detener este delito, e instar a la Justicia a investigar cada caso con perspectiva de género y fallar con sentencias efectivas.
Entre el público presente, estuvo Miriam Sabatino, madre de Nora. También Soledad Cuello, hermana de Yamila Cuello, aún desaparecida en Córdoba por las redes de trata. Eliana Balmaceda, hermana de Nadia. Así como Natalia Bilbao Carmona, abogada feminista que acompañó a la familia de Nora y Noelia Agüero.
Hacia el final de la conferencia, habló la decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, Flavia Dezzuto, quien también se refirió a la aberración de «reducir a una persona a una cosa. A una mera mercancía, en condiciones similares a la esclavitud”, dijo. Y ante un derrotero de tanta hostilidad, la decana valoró que el Museo de Antropologías de la UNC, “sea un lugar de empatía para alojar este tipo de casos con el debido respeto y la contención que las víctimas y familiares se merecen».
“A través de estas denuncias colectivas es posible generar lazos ético políticos que sean capaces de poner en cuestión estos vínculos delictivos que parecieran infranqueables”, dijo. “Este tipo de procesos restituyen la posibilidad de encontrar algo de humanidad”, afirmó. Y agradeció la valentía, el cuerpo puesto en todos y cada uno de los casos, para detener y visibilizar el negocio clandestino de la trata en Córdoba.
LA SENTENCIA POR EL CASO NORA
Fallo histórico. El lunes 26 de junio la Justicia Federal condenó a 7 años de prisión al exfuncionario judicial Eduardo Garzuzi, por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, agravado por abuso de una situación de vulnerabilidad, contra “Nora”. Una joven menor de edad, en el momento de su captación.
Así lo dispuso el Tribunal Oral Federal N°1 de Córdoba, a cargo de Carolina Prado. De esta manera, la Justicia entendió que quedaron comprobados todos los hechos denunciados por la familia de la víctima y que no fue un caso más de violencia de género, sino que respondieron específicamente al delito de trata de personas y a las nuevas formas de ejercerlo. Además de la condena a prisión y el pago de las costas del juicio, el tribunal Federal de Córdoba ordenó a Garzuzi una reparación económica en favor de la víctima.
Y si bien la querella y la familia habían pedido 10 años de prisión, ante el fallo de la Justicia, la hermana de Nora, expresó: «Creemos que la Justicia tuvo que reconocer que Garzuzi es responsable del delito de trata, agravado por la explotación sexual, por el aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de mi hermana y por las amenazas a mi familia. Amenazas que buscaban garantizar que no denunciáramos y garantizarse así la impunidad. ” A su vez dijo que esta condena permite avanzar en firme en la causa contra Eduardo Zanello, también funcionario judicial de la provincia y cómplice de Garzuzi en el delito de la trata, donde existen muchas víctimas. Vamos a seguir peleando para que haya justicia.” En el caso de Eduardo Zanello, la acusación se agrava, ya que se lo acusa de haber “captado” a Nora cuando era menor de edad.
Para la abogada querellante en primera instancia, Natalia Bilbao, se trata de un fallo que sienta un precedente muy importante, como un caso testigo en el delito de la trata de personas con fines sexuales en Córdoba.
Texto y fotos : Irina Morán
Área de Comunicación – Museo de Antropologías.