El ADN emprendedor

 El 11 de septiembre de 2023, en el Museo de Antropologías dela UNC se presentó el libro «El ADN emprendedor. Mercado libre y el devenir tecnoliberal», escrito por Hernán Palermo y Patricia Ventrici. Además de los autores, participaron Lorena Capogrossi y Susana Roitman. En este artículo, la investigadora del CIECS-CONICET, María Lorena Capogrossi repasa los aspectos centrales de este trabajo, a través de preguntas inquietantes como: ¿Qué caracteriza la etapa actual del capitalismo?, ¿Qué cambios se producen en las relaciones laborales a partir de la incorporación de nuevas tecnologías? ¿Cuál es la novedad que generan esos cambios? ¿Qué se transforma en las relaciones sociales por fuera del espacio de trabajo? ¿La tecnología colonizó la vida?

Hernán Palermo y Patricia Ventrici, autores del libro, junto a Lorena Capogrossi y Susana Roitman.

En principio, es importante detenerse en la portada de este libro. Ya la estética de la tapa y la ilustración de Luciano Tirabassi son un llamado de atención. Si entramos a una librería, ese amarillo atrae la vista e  inmediatamente se lo relaciona con Mercado Libre, aun cuando no leamos el subtítulo.

El libro se inicia con una pregunta ambiciosa, estimulante y que arrastramos desde hace siglos ¿Qué caracteriza la etapa actual del capitalismo? Cuando leía esta pregunta que enmarca el contexto del libro, me imaginaba a Marx pensando en lo mismo pero con formas de organización de la producción y el trabajo distinto. Y reflexionaba acerca de ese ir y venir cual oleaje del capitalismo, reflexionaba acerca de estas crisis y reconfiguraciones sucesivas del capital que siempre se resuelven con más valorización a costa de la alienación de las, los, les trabajadores. Porque las crisis cíclicas no significan la destrucción de las formas capitalistas de explotación, significan la reinvención de nuevas formas de extracción de plusvalor.

Entonces, este libro se enmarca en ese recorrido histórico del capitalismo que se reinicia una y otra vez y, que quizás, lo que vemos como novedoso es en realidad novedoso de forma y no de contenido.

En el caso de este libro, las preguntas que se hacen Hernán y Patricia y que abonan a ese interrogante más general acerca de lo que caracteriza la forma actual del capitalismo, son ¿Qué cambios se producen en las relaciones laborales a partir de la incorporación de nuevas tecnologías? ¿Cuál es la novedad que generan esos cambios? ¿Qué se transforma en las relaciones sociales por fuera del espacio de trabajo? ¿La tecnología colonizó la vida?

A partir de ellas, les autores van a ir hilando una serie de argumentos que buscarán dar forma a esta rara avis que es el/la trabajadora de mercado libre, trabajador/a/e que se identifica con la figura de emprendedor, hiperindividualista, responsable, creativo, joven, que puede superarse a sí mismo. Figura que engloba ciertos imaginarios acerca del trabajo, pero que también configura prácticas y roles de los sujetos en la sociedad.

Pero ¿Cómo llega a constituirse este tipo ideal de trabajador o trabajadora?

Lo interesante del libro es que reconstruye y contextualiza aquellos acontecimientos que abonaron a la constitución de un escenario a donde pudo desarrollarse y gestarse este ADN emprendedor. Y esos acontecimientos están enmarcados en la llegada al poder del Mauricio Macri y “el mejor equipo de los últimos 50 años”, quienes posibilitaron el despegue de Mercado Libre.

Ese despegue, que concluyó en la corporización de una empresa unicornio, fue posible -no por la audacia y el arrojo individual de Galperín- por determinadas acciones del Estado, por una política activa que facilitó esa conversión en unicornio. Y su legitimación se produjo por la construcción sistemática de un discurso, por la cristalización de un sentido común, que fogueaba la necesidad de contar en el país con un tipo específico de empresario.

Este nuevo perfil de empresario estaba encarnado en la figura de Marcos Galperin, que reunía determinadas características que lo convertían en un emblema de las nuevas formas de hacer negocios: creatividad, ímpetu, autosuperación, asunción de riesgos, la juventud… En definitiva, el CEO de Mercado Libre performateó el slogan macrista de “cambio”.

Una de las aristas súper interesantes del libro es la reconstrucción del entramado ideológico que da sustento a ese neoliberalismo tecnoprogresista posibilitado por el macrismo. Ese entramado o esa racionalidad tecnoliberal se traduce en la polarización entre lo abyecto y lo deseable.

En relación a esto, y volviendo a linkear con la historia,  pensaba en todas las formas que hubo a lo largo del tiempo de construir esa polaridad en relación al trabajo y a les trabajadores. Lo abyecto siempre fue lo conflictivo, lo contestatario, lo que buscaba subsanar las desigualdades impuestas por el capital, lo que intenta ganar en organización para avanzar en la conquista de derechos.

A principios del siglo XX, las leyes de Defensa Social y de Residencia que disciplinaron a todas y todos los trabajadores migrantes que traían ideas comunistas o anarquistas. Durante los 60 y 70, el enemigo interno, el cáncer que había que extirpar de la sociedad, estaba constituido principalmente por trabajadores y trabajadoras organizadas; en los 90, lo abyecto estaba conformado por los trabajadores de empresas y organismos públicos que constituían un gasto para el Estado y hubo que despedir para contribuir al saneamiento financiero. De todos esos procesos ya sabemos las consecuencias.

Durante el macrismo, y al interior de Mercado Libre, esa construcción bipolar está dada por la figura del emprendedor/a vs aquel o aquella que no se adapta a ese nuevo ideal de trabajador y que reúne en si todo lo anacrónico de la historia obrera del país: se queja por todo, es conflictivo, se sindicaliza.

¿Qué descubrieron Patricia y Hernán durante el trabajo de campo acerca de este tipo de trabajador deseable encarnado en los empleados de Mercado Libre? Descubrieron que están constituidos por eso que denominan ADN emprendedor. La particularidad de este ADN es que no sólo atraviesa aquello vinculado al espacio de trabajo, sino que lo desborda y penetra en el espacio de la reproducción social.

Ese ADN está constituido por cinco preceptos: competir en equipo para ganar, trabajar en beta continua, emprender tomando riesgos, ejecutar con excelencia y dar el máximo de sí, pero divirtiéndose. La descripción de estos pilares que hacen les autores en el libro me retrotrajeron algunas dimensiones de las formas de trabajo toyotistas, en este ejercicio reflexivo sobre los comportamientos del capital en clave histórica.

La novedad o el plus de estas nuevas performances del capital, señalan en el texto, radica en la institucionalización del ocio. En cómo la política empresarial convierte en parte de su ciclo productivo, un aspecto de la vida de les trabajadores que pertenecía al espacio extra-laboral. En este caso, y creo que en otras unicornios también, el ocio es parte esencial del proceso productivo, es parte de la reconstitución – dentro de la jornada laboral- de una fuerza de trabajo que genera valor con sus procesos cognitivos. La creatividad, la excelencia, la beta continua que exige el ADN emprendedor no son posibles si existe el burnout. Para que no se queme un trabajador, fomentar el ocio y el descanso durante la jornada, es fundamental. 


Trabajadores “ideales”

¿Pero quiénes son los trabajadores de Mercado Libre o los trabajadores ideales para Galperín? ¿Quiénes pueden responder e incorporar a su biología el ADN emprendedor?

En relación a esto, si bien aparentemente cualquiera puede emprender, si bien habría una democratización de las oportunidades a la mano de quien quiera tomarla. Pensaba que, en los hechos: ¿Quiénes son los que pueden permitirse esa creencia asociada a la autosuperación personal?, ¿Quiénes pueden responder al tipo ideal creativo, joven, adaptable que exige ML?

Considerando que estamos frente a un espacio de trabajo con una mano de obra altamente calificada, sólo determinadas personas – de clase media- podrían acceder a estos empleos ¿por qué? Porque hay condiciones materiales que son requisito para ello: el acceso a la tecnología y el acceso a determinado tipo de conocimiento. Entre los sectores populares puede calar el discurso emprendedor, pero es más difícil ponerlo en práctica. Y reflexionaba acerca de que el mito del garaje – tan caro para los CEOs de los unicornios– sirve, pero sólo para quienes tienen o cuentan con un garaje.

Otro aspecto que me parece fundamental del libro es cómo este tipo de trabajo desborda hacia el espacio reproductivo. En ese sentido, no es una novedad, pues hay un sinnúmero de ocupaciones donde ocurre lo mismo: el trabajo docente en todos sus niveles, el trabajo científico, por ejemplo. Incluso, la pandemia potenció esa invasión del espacio doméstico por el trabajo remunerado en varios empleos. Lo que sí me parece que constituye una vuelta de tuerca en este caso analizado por Palermo y Ventrici es que para les trabajadores de Mercado Libre todo momento puede ser un segmento de la jornada laboral a partir de un clic en un dispositivo digital.

Y ahí, cuanto interseccionan esto con la cuestión de género, se puede visualizar en todo su paroxismo la filosofía tecnoprogresista: hay un fragmento de entrevista tremendo en la página donde se refleja la encarnación de la creencia mercadolibreana en una persona que acababa de ser madre. Como no puede dormir porque su bebé toma mucha teta, elige cubrir las guardias nocturnas y se mantiene en vela toda la noche: alterna el trabajo con el amamantamiento.

Es terrible esa experiencia porque al precepto del beta continua, en el caso de las mujeres, hay que sumarle la exclusividad del trabajo no pago, que sigue recayedo en ellas. Y quizás sea esta sobrecarga, uno de los elementos que influye en la masculinización del trabajo en estas empresas de software. Que es otro de los aspectos que muy bien trabajan en el libro.

El último elemento que quisiera marcar como clave de lectura es una dimensión que tira abajo toda la pátina novedosa del ADN emprendedor.

¿Cuál es el némesis que desequilibra el discurso de Galperín?

La organización sindical, el enfrentamiento del trabajo al capital. Cuando les trabajadores buscan organizarse, reclamar o tensionar el “equilibrio” del unicornio, aparece la cornamenta lista para atacar. Y ahí, como sostienen Patricia y Hernán, el discurso tecnoprogresista pierde el guión y aparecen las clásicas operaciones antisindicales: persecusiones, despidos, disciplinamiento.

Cuando reconstruyen esos aspectos a partir de un conflicto que se produce en 2011, podemos ver con claridad esto que decía al comienzo, que aunque se edifiquen nuevas formas de enmascarar la relación entre el capital y el trabajo, el control, la alienación y la extracción de valor no pueden sustraerse a ese recorrido histórico que comenzó con el proceso de acumulación originaria hace siglos atrás.

Texto: María Lorena Capogrossi
 CIECS-CONICET- UNC

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